‘En términos históricos, el evento con mayor similitud en el registro fue la gran inundación del año 1974, que ocurrió con 191 mm de lluvia acumulados en tres días consecutivos y en términos del registro reciente, supera a la precipitación acumulada para el desborde del río Andalién del año 2006 de 184 mm’, dijo. Rojas, agregó que se trata de montos altos que generan una demanda muy alta en los sistemas de drenaje naturales y construidos de la ciudad. ‘Para realizar una comparación en términos de las lluvias, debemos considerar antecedentes que nos indican las condiciones de humedad del suelo y niveles de agua previos a las inundaciones. En el caso del Andalién y el estero Nonguén, un indicador que utilizamos corresponde a las precipitaciones de los 30 días anteriores al evento, para el año 1974 la precipitación fue de 426 mm y el año 2006 se alcanzó los 366 mm, mientras que para el evento actual la cifra acumulada fue de 247 mm’, detalló Rojas.
‘En términos de las precipitaciones para ver la intensidad que tuvo el evento y hacer contraste de inundaciones específicamente, deberíamos considerar dos elementos: uno, la precipitación que cae en el evento, en este caso fueron 190 milímetros, que es superior a la del año 2006, que fueron 180 o 184’, indicó. ‘Además tenemos que evaluar cuánta agua precipitó en la cuenca antes de ese evento. Y particularmente en el año 2006 había caído una precipitación cercana a los 400 milímetros, y este año son 240, 247’, describió. En cuanto a la diferencia, manifestó que el nivel de flujo de agua que se presenta cuando hay un monto muy superior que ha caído durante el mes previo, la condición es más desfavorable. ‘Pues el suelo ya se encuentra mayormente saturado estos eventos extremos se suman a ese nivel antecedente y por lo tanto las consecuencias pueden ser peores’, estableció.