El aterrizaje de un helicóptero en la orilla de la playa en la zona del Humedal del Río Taucú (en Cobquecura) pone nuevamente de manifiesto la necesidad de fortalecer la conciencia en la sociedad sobre el valor de estos ecosistemas y de contar con herramientas que permitan su protección efectiva.
El episodio se suma al registrado hace unas semanas en la playa de Ritoque y humedal de Mantagua, donde una camioneta invadió el espacio de nidificación delas aves que habitan el lugar, amenazando sus vidas y la de sus polluelos.
Los humedales se caracterizan por ser sitios saturados de agua (dulce, salada o salobre, de forma permanente o temporal) y que, además, de ser el hábitat de un tipo de flora y fauna específicas, entregan importantes servicios a los humanos.
La provisión de alimentos y agua dulce, el secuestro de carbono y la reducción del riesgo de desastres son algunos de los beneficios que ofrecen estos entornos que también son espacios para la recreación y el contacto con la naturaleza.
El académico de la Facultad de Ciencias Ambientales e investigador del Centro EULA, Ricardo Figueroa Jara, señala que son varios los daños que puede provocar la presencia de un helicóptero en este tipo de hábitat.
“Por ser un humedal costero es rico en aves y el ruido puede causar un grave daño, al alejar a las aves de su sitio de nidificación. Además, estamos en una fecha en que también comienzan allegar aves del otro hemisferio a poner sus huevos allí”, dice el Dr. en Ciencias Biológicas.
Desde esta perspectiva, explica, es un lugar cuya conservación va más allá de un interés nacional, tiene un valor global.
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