Este miércoles se presentaron los resultados del estudio ambiental realizado en la cuenca del Río Rahue, en la Región de Los Lagos. Durante el punto de prensa, Roberto Urrutia, decano de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción e investigador del Centro EULA, detalló los hallazgos y las futuras acciones para la protección de la cuenca.
El estudio, financiado por el gobierno regional, monitoreó durante 2023 y principios de 2024 un total de 25 estaciones a lo largo del río, evaluando más de 30 parámetros. Estos resultados servirán de base para la elaboración de una norma secundaria de calidad ambiental, un marco regulatorio que tiene como objetivo mejorar la calidad del agua en cuerpos fluviales.
Según Urrutia, aunque las empresas de la zona cumplen con la normativa actual, la concentración de industrias en sectores específicos está generando una sobrecarga en el ecosistema acuático. “Las empresas cumplen con la norma de emisión, pero el problema es la cantidad de industrias localizadas en un mismo sector, lo que genera una sobrecarga en el sistema”, explicó el investigador.
Además, se reveló que aproximadamente 85 viviendas en Osorno descargan directamente sus aguas servidas al río sin contar con sistemas de alcantarillado, lo que agrava la situación. Esto ha contribuido a una alta presencia de coliformes fecales en las áreas más cercanas a la ciudad.
Urrutia subrayó la importancia de desarrollar una norma secundaria para regular la calidad del agua en el Río Rahue, con el fin de establecer límites claros sobre la carga de contaminantes que puede recibir el río. Esta normativa, cuya implementación se espera para 2025, será clave para reducir el impacto ambiental de las actividades industriales y domésticas en la cuenca.
El Seremi de Medio Ambiente destacó la necesidad de actuar con rapidez: «El tiempo es acotado, ya que la población sigue creciendo y la normativa podría quedar obsoleta si no se avanza rápidamente en su aplicación». La normativa actual que regula la emisión de contaminantes ha sido calificada como obsoleta, y el estudio busca establecer parámetros más estrictos.
Parte del proceso de creación de la norma secundaria incluirá una consulta pública, en la que la comunidad podrá entregar su opinión sobre las medidas propuestas. «Es crucial involucrar a la comunidad en este tipo de decisiones, ya que ellos son quienes viven directamente los efectos de la contaminación», señaló el Seremi.
El estudio también destacó que la calidad del agua es mucho mejor en las zonas altas de la cuenca, pero empeora a medida que se acercan los sectores agrícolas e industriales. Sin embargo, Urrutia concluyó que la recuperación del Río Rahue es posible, siempre y cuando se adopten medidas concretas para reducir la carga de contaminantes y se implementen mejores sistemas de tratamiento en las empresas y viviendas cercanas.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó- País Lobo (Osorno)
